Cómo debe estar pasándolo un peque de 11 años para llegar a estos límites... se me rompe el alma sólo de pensarlo. Una sociedad que no educa a sus niños en los valores, en la diversidad, en la no discriminación... es una sociedad que no vale nada.
Ojalá nunca existieran este tipo de noticias. O mejor, luchemos para que este tipo de noticias dejen de existir. Este caso ocurrió el pasado mes de octubre, y como este... otros muchos casos más. Adjunto la carta que el pequeño Diego dejó cuando decidió "poner fin" a su angustia interior. Creo que no hace falta decir nada más.